{ 14 – XI } No sólo campo y cuentos
Extremadura, que ya sabéis que me encanta, no se limita a su campo rico -la dehesa, los valles, la costa interior fractal e infinita- ni a sus parajes procedentes de la más rica aún Historia (desde Tartessos a Isabel La Católica y más…).
Afortunadamente, aunque también más lentamente que el resto de España, la ciencia, la tecnología y la medicina -ahí están el Hospital de Sangre y el de Mínima Invasión- hacen avanzar poco a poco a la Región.
Hoy me alegro porque la instalación de alta computación de Extremadura, el supercomputador Lusitania II, está ayudando con sus cálculos contra epidemias como la de dengue.
¡Que siga!
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